Identificar ineficiencias en los procesos académicos y administrativos de la institución, para rediseñarlos con un enfoque innovador, escalable y centrado en el bienestar docente.
Rediseñar procesos en una escuela significa transformar cómo se hace el trabajo , eliminando ineficiencias, aprovechando la tecnología y colocando al estudiante y al docente en el centro del sistema.
La recolección de datos revela una institución con potencial de mejora significativa, pero que enfrenta desafíos en gestión, infraestructura y clima laboral. Los hallazgos permiten establecer prioridades claras para el desarrollo de un diagnóstico más profundo y la formulación de planes de acción orientados a la excelencia educativa.
Presentar los hallazgos obtenidos durante la fase de recolección de datos, con el fin de identificar problemas críticos, áreas de oportunidad y tendencias relevantes dentro de la institución educativa.
Este rediseño implica analizar los procesos existentes (TO-BE) , identificar fallas o ineficiencias y proponer nuevos métodos de trabajo (diseño futuro o TO-DO ) que permitan:
Una validación piloto es una prueba controlada que se realiza antes de implementar un cambio a gran escala. Su objetivo es probar la viabilidad, eficacia y aceptación de las soluciones propuestas en un entorno real pero limitado.
En una escuela, permite ajustar errores, recibir retroalimentación oportuna y asegurar que los nuevos procesos realmente mejoren lo que se desea sin interrumpir todo el sistema educativo.